Grupo San Walvor

Tazo

En muchas ocasiones, al adquirir una mascota como lo es un perro, nos enfrentamos a una de las cosas más difíciles de la vida, ¡ponerle un nombre! Un nombre es lo que va a definir su esencia y su manera de interactuar con las personas que lo rodean.

Uno de los grandes retos y el mayor de los errores, es llamar a los perros con nombres de humanos. Claro, cada quien es libre de nombrar a su mascota como uno quiera. No obstante, sería muy ofensivo para algunas personas saber que el perro de tu primo se llama como tu papá. Así que, no es lo más recomendable.

Por otra parte, lo que sí es más recomendable y hasta gracioso es intentar llamar a los perros con nombres híbridos, o de cosas que produzcan risa. Por ejemplo, puedes llamarlo por alguna característica que lleve tu mascota, ¿tiene manchas? ¡Listo! El nombre del perro podría ser Manchas. Otro ejemplo, ¿sus pelos parecen estopa? ¡Woala! Se podría llamar Mechas.

Y podríamos seguir y seguir, sólo es cuestión de un poco de creatividad y observación. También podrías utilizar adjetivos. Si bien, no es muy agraciado tu cachorro podría llevar la etiqueta de “El Feo” y cosas por el estilo. ¿Qué tal roto? ¿O también rojo? ¿Lo ves? Hay nombres por dónde elegir y a los demás les fascinará.