La Compañía de un Perro

Tener un perro como animal de compañía genera muchos beneficios terapéuticos para personas mayores y/o enfermas, que por ejemplo sufren depresión. Jerome Klapka, escritor inglés, famoso por su cómica novela de viajes Three Men in a Boat, escribió en el principio del siglo pasado, con muy buen humor, que el perro es un animal "muy imprudente. Jamás se detiene a averiguar si aciertas o yerras, no le interesa saber si subes o bajas por la escalera de la vida, nunca pregunta si eres rico o pobre, tonto o listo, pecador o santo. Con buena o mala fortuna, si tu reputación es excelente o pésima. Si te creen honorable o infame. Seguirá contigo, para consolarte, protegerte y dar su vida por ti."

En otras palabras, el perro no tiene límites para amar y el amor es la mejor terapia para todos nosotros.


Los beneficios terapéuticos de la compañía de un perro:

  • La convivencia con el perro aumenta el bienestar y la vitalidad del amo.
  • Ayuda a sobrellevar el deterioro mental o físico de las personas mayores o enfermas.
  • Ayuda a superar la muerte de la pareja.
  • Facilitan la relación con otras personas porque ofrecen tema de conversación y ayudan a romper el hielo. Es más fácil que alguien se acerque a un anciano si está con un animal de compañía. 
  • Aminora la sensación de abandono, porque se instaura una relación de cariño con otro ser vivo.
  • Acariciar a un animal de compañía ayuda a regular la tensión arterial.
  • La relación con un animal de compañía provoca una disminución de la ansiedad y ayuda a combatir la depresión.
  • Crea de obligaciones ineludibles, con lo cual la persona se vuelve más activa y comprometida con los paseos y cuidados del perro.
  • Los animales de compañía hacen reír con sus gracias y juegos y dan un nuevo sentido de felicidad a la existencia de la persona.
  • Mejoran y aceleran la recuperación en el caso de dolencias graves.

HAZ FELIZ A TU PERRO

Los perros son una parte muy importante en la vida de las personas amantes de estas maravillosas mascotas. Los perros nos demuestran su afecto y compañía incondicional. De nuestra parte, lo mínimo que podemos hacer es colaborar para que tengan una vida saludable y feliz.

Tener un perro como mascota implica una gran responsabilidad. La clave para que un perro tenga una vida feliz es mantenerlo saludable. Para ello debemos comprometernos a cuidarlo con una buena alimentación, una rutina diaria de ejercicios, paseos y recreación, chequeos médicos, entre otra cuestiones básicas.

Mantener activo al perro resulta muy importante para su salud física y mental. Paseos, juegos, viajes, son algunas de las opciones que tenemos para compartir momentos junto a una mascota tan cariñosa y compañera. Las caricias y las palabras de aliento también son muy importantes para hacer sentir importante al perro y motivar su felicidad.

Otros cuidados simples como mantener limpio su plato de comida, ofrecerle una cama confortable, asegurarnos de que pueda acceder a un recipiente con agua fresca en todo momento, resguardarlo del calor o del frío dependiendo de la época del año, son algunas de las responsabilidades que deberíamos asumir para que nuestro perro viva feliz.

Fuente: http://www.perrosblog.es/claves-para-mantener-feliz-a-nuestro-perro/

¿Por qué ladran los perros?

Sucede que en muchas ocasiones, nuestra querida mascota puede convertirse en un animal ruidoso y molesto sin aparente razón alguna. Lo que en realidad sucede, es que lo seres humanos no comprendemos de inmediato la gran cantidad de razones por las cuales un perro ladra constantemente. El ladrido es la manera en que nuestros compañeros se comunican tanto con los miembros de su especie, como con su dueño, expresando estados de ánimo, sentimientos, o advirtiendo de algún peligro o persona extraña. Siempre hay que tener en cuenta que los perros son animales territoriales, y por lo tanto ellos tienden a defender su espacio por medio de ladridos y gruñidos que los hacen ver más feroces ante su “agresor”.

“No me dejes solo, por favor” , “Cuidado, peligro”, “Alguien se acerca a la casa”, “Ahí viene el intruso”, son algunos de los mensajes que contienen esos persistentes y ensordecedores ladridos. Por esta razón debemos entender antes que nada, que nuestro perro no intenta hacernos desesperar y enojar con su único medio de comunicación, ya que él sólo desea disfrutar de nuestra compañía, ofreciéndonos todo su amor y protección.
Sin embargo, un perro que ladra demasiado e inoportunamente es uno de los principales problemas a los que los propietarios deben enfrentarse, en una situación que suele acabar con su paciencia, y sólo les deja la aparente salida de los gritos, los castigos, y el uso de la fuerza; prácticas inhumanas que pueden dañar a su mascota.

La solución a este común problema se encuentra ni mas ni menos que en las manos de cada persona, entendiendo el comportamiento de su perro y descubriendo las causas que originan la mala conducta.

¡AQUÍ ESTOY!

Los perros son animales que aprenden con rapidez, formando hábitos encaminados a su beneficio, y con más razón si alguno de éstos contribuye a llamar la atención de su dueño, ya sea de buena o de mala gana; no importa como, “la atención es la atención”. Así se le hable con delicadeza o se le grite con desesperación para que deje de ladrar, lo importante para tu perro es que de una u otra forma estás interactuando con él.

Si tu perro ladra para llamar la atención, simplemente hay que enseñarle que sus acciones tendrán el efecto contrario. Cuando estés ocupado o descansando, y tu amigo comience a ladrar, ignóralo y dale la espalda alejándote de él. Cuando se calle, aunque sea por un momento, acércate, pero sin verlo o dirigirle la palabra; con el tiempo, aprenderá que los ladridos te alejan, y que el permanecer en silencio te trae de vuelta. Cuando guarde silencio por periodos de tiempo más largos, como de 30 seg. a 1 min. prémialo ya sea con caricias o con comida. Este proceso debe repetirse diariamente hasta que la mala conducta haya desaparecido y el perro haya entendido que si se calla, su amo le “hará caso”.

¡ME DA MIEDO ESTAR SOLO!

Tu mascota también puede ladrar cuando se encuentra sola en casa; aburrida y estresada por largos periodos de tiempo. Los perros son animales sociales y la mayoría de las veces no pueden entender porqué los miembros de su familia se van dejándolos completamente solos. Como resultado, se dan los ladridos a causa del estrés, o simplemente por aburrimiento.

El único remedio para este mal es enseñarle a tu perro a tolerar la ausencia de sus dueños. Muchas personas cometen el error de pasar todo el tiempo con sus mascotas cuando se encuentran en casa, lo cual es contraproducente, ya que cuando el dueño tiene que salir, el perro siente que ha sido abandonado. Por esta razón es necesario que se intercalen periodos de juego, con periodos de aislamiento, lo que le ayudará a tolerar la soledad, sintiéndose más seguro cuando tú no estás en casa.

Otra manera efectiva, es atar al perro a la pata de una mesa o una silla mientras estás sentado o viendo la televisión, y darle juguetes para masticar en los que pueda ocuparse. Progresivamente el “temeroso can” se acostumbrará a esta situación, y será el momento de colocarlo en un cuarto a parte o dentro de una jaula por cortos periodos de tiempo, aumentando el plazo hasta que el perro ya no se sienta solo y esté acostumbrado a quedarse en casa sin compañía alguna.

Es muy importante nunca olvidar proveerlo de juguetes masticables para evitar accidentes, ya que debemos ocuparlo en alguna actividad que le divierta y le ayude a pasar el tiempo.

¡CUIDADO!

El ladrido como alarma fue la principal razón por la cual los humanos domesticaron a los perros, por eso, resulta irónico que esta razón ahora se vea convertida en un problema social. Un animal que ladra en presencia de intrusos puede ser muy útil en algunas ocasiones, pero si los ladridos son persistentes y no cesan después de algunas cuantas advertencias, se convierte en un verdadero problema.

Si deseas enseñar a tu perro a ladrar solamente en el momento indicado, primero debes armarte del equipo necesario: una persona que te ayude, y un par de premios para recompensar al perro.

Sienta al perro al pie de la puerta y da la orden de “habla” al mismo tiempo en que la segunda persona, del lado opuesto, comienza a tocar la puerta; en ese momento premia a tu mascota y dile “gracias” o “buen perro”; quien se sorprenderá ya que está acostumbrado a que le gritan cuando ladra. Ahora, mientras siguen tocando la puerta, dale la siguiente orden: “callado” y pon frente a su nariz el delicioso premio (un perro no puede olfatear y ladrar al mismo tiempo), después deben dejar de tocar la puerta.

Poco a poco, la “alarma canina” aprenderá de una forma divertida e interesante la relación entre las órdenes y lo que queremos que haga, ya sea, avisar de la presencia de un extraño, o quedarse callado.

¿QUÉ ERES, QUIÉN ERES, PORQUE ESTÁS AQUÍ?

Los ladridos constantes en un patio o en un jardín suelen ser una de las quejas más comunes entre los vecinos; Un perro que ladra con el mínimo estímulo visual o auditivo del exterior; con cada persona o animal que pasa frente a su territorio, no es precisamente “música para los oídos”.

Con frecuencia, el perro que vive afuera, advertirá de los ruidos, personas o animales que vea o escuche, lo cual puede resultar molesto tanto para quienes pasan frente a la casa, como para quienes habitan alrededor de ella. Dejar a un animal en el patio o en el jardín por mucho tiempo, lo llevará a encontrar actividades que no precisamente son “apropiadas” para nosotros, además de que se expone a una serie de peligros, como a ser envenenado, robado, o a lastimarse con los plantas y alimañas que habitan en el jardín.

La única solución es enseñarlo a centrar su atención en juguetes masticables, tener más interacción con él y mantenerlo dentro de la casa, aunque sea la mitad del tiempo que suele estar en el exterior; en conjunto, los juguetes, y las distintas actividades físicas y mentales que lleves a cabo con tu perro, lo distraerán y le enseñarán cosas más divertidas que ladrar constantemente.

Autor: Lic. Mariana Rocha Olivares

Cómo detectar enfermedades

A menudo, puedes pensar que tu cachorro no se siente bien y una rápida visita al veterinario te ayudará a confirmar que algo no marcha correctamente. Deberías buscar las siguientes señales de una posible enfermedad:Pérdida de apetito y rechazo del agua.
  • Aumento o pérdida de peso súbitos; merma de peso gradual prolongada.
  • Lentitud o rechazo a jugar o hacer ejercicio.
  • Micciones demasiado frecuentes o escasas.
  • Heces con sangre o blandas, sin forma; diarrea.
  • Vómitos persistentes.
  • Salivación excesiva o respiración irregular.
  • Pelo sin brillo.
Detectar estas señales a tiempo, podrías salvar la vida de tu perro.

El Criadero San Walvor cuenta con expertos veterinarios que atenderán inmediatamente cualquier enfermedad de tu mascota.

Educando a tu Mascota


No le dé de comer a su perro en la mesa. Cuando esté sentado a la mesa, ponga a su perro en una posición de descanso a sus pies o dele un juguete para morder.

Enséñele a dejar de ladrar cuando se lo ordene. Algunos perros tienen predisposición a ladrar por los instintos de su raza, pero después de algunos ladridos, debe enseñarle a dejar de ladrar. La mejor forma de hacerlo es mantener una correa atada a su collar y después de dejarlo ladrar varias veces, decir: “suficiente” o “quieto” y estirar la correa para llamar la atención. Cuando deje de ladrar, dígale “muy bien” y felicítelo u ofrézcale un “snack” para perros.

Acostumbre a su perro a hacer sus necesidades en un lugar determinado. Cuando su perro cometa un error, no lo rete ni le “frote el hocico en el excremento”, una vez que ocurrió. Vuelva a adiestrarlo. Aliméntelo a la misma hora cada día y llévelo a pasear durante 30 minutos después de comer. Consulte con el veterinario las pautas específicas para acostumbrarlo a hacer sus necesidades en un lugar determinado.

Asegúrese de proporcionar a su perro la cantidad suficiente de juguetes para satisfacer su necesidad de morder. Los problemas de mordisquear todo, se deben por lo general al aburrimiento, el stress o la falta de ejercicio. Si encuentra a su perro masticando algo que no es adecuado, dígale ¡no! en un tono calmado y autoritario y diríjalo a un juguete que sea apropiado para morder. Los huesos de nylon o los huesos esterilizados son buenos para esto.

No le permita colocar los pies sobre Ud. cuando esté vestido con ropa informal y luego espere que no lo haga cuando esté vestido para ir a trabajar. Adiéstrelo con la correa. Háblele con dulzura y vigílelo de cerca. Cuando comience a saltar, tire de la correa hacia abajo mientras le dice “fuera”. Cuando obedezca, pídale que se siente y luego felicítelo. Al enseñarle de esta forma, le muestra que la mejor manera de obtener su atención es sentándose y no saltando.

Evite que muerdan. Los perros pueden morder porque quieren ser dominantes o porque están heridos o nerviosos, no juegue bruscamente ni participe en juegos que lo provoquen. Además, adiestre a su perro. Un perro que obedece órdenes es menos probable que muerda por miedo.

No aísle a su perro. Es importante para los perros estar rodeados de gente, de lo contrario no socializarán. Recuerde también que, si tiene un perro tímido, no debe gritarle ni felicitarlo demasiado.

Fuente: Mascotas.com

Consejos Generales para Perros

 Consejos Generales para Perros
  1. Si es agresivo consulte un experto que determine las causas de la agresividad.
  2. Deje que pueda morder algo adecuado. Las tiendas especializadas le proveerán de huesos, juguetes... Evitaremos que muerdan cosas que no deseamos (muebles, puertas...).
  3. Siga recomendaciones para educar a su perro, empiece por cosas sencillas: sentarse, acostarse, concédale pequeñas recompensas (comida) si obedece sus instrucciones.
  4. Si debe castigarlo hágalo inmediatamente después de haber cometido la falta.
  5. Sea muy riguroso en las vacunas, cuidados y en las instrucciones de su veterinario en general. Extreme la limpieza y no deje que pequeños (y mayores) tengan contactos con la boca (transmisión de gusanos).
  6. Sea puntual en darle sus comidas adecuadas a su edad y tamaño. No le aconsejamos que ceda cuando le pida comida fuera de horas (al oír u oler nuestra comida). No le permita robos de comida.No le castigue por ladrar, aunque intente corregir incentivándole la tendencia que desee.
  7. Necesita la presencia de sus dueños. Se resiente si tiene periodos de soledad prolongados. Trátelo con atención y con afecto.
  8. Premie sus hábitos de limpieza.

Mejores amigos



1.       Mira cualquier programa de televisión sin pedirte que cambies de canal.

2.       No insiste en ir a jugar al ciber cuando quieress quedarte en casa.

3.       No quiere volver a casa cuando saliste a pasear.

4.       Cuando comete un error , nunca le dicen a mamá “ Yo no fui, fue él”

5.       Cuando cometes un error, le puedes echar la culpa al perro y él no se queja.

6.       No te pide que le hagas la tarea de la escuela.

7.       No te dice que ese gorro de lana te queda ridículo.

8.       No te roba los caramelos, las cartas, ni los chicles.

9.       No se queja de que mamá haga otra vez la misma comida

10.   No te obliga a quedarte sentado a la mesa. En realidad, está esperando que te levantes.

11.   No se ofende si te olvidas de su cumpleaños

12.   Nunca espera que les des un regalo

13.   No espera que le prestes la computadora para ver los mails .

14.   Te acompaña porque tienen ganas y sin que se lo pidas.

15.   Nunca ocupa el baño justo cuando quieres entrar.

16.   Nunca te golpea la puerta del baño y te grita que salgas de una vez.

17.   Nunca usará tu playera favorita.

18.   No te raya los cd’s.

19.   No está hablando por teléfono justo cuando tienes que hacer una llamada urgente.

20.   No usa tu bicicleta ni la patineta.

21.   No te traiciona contándole a los demás tus secretos.

22.   No se cree la gran cosa.

23.   Siempre tiene ganas de jugar.

24.   Si en la noche no te puedes dormir y vas a la cocina para tomarte un vaso de leche, él te acompaña.

25.   Jugando a la pelota es pésimo arquero y te deja hacer todos los goles a ti.

26.   No te dice que no comas con la boca abierta.

27.   No se queja de nada.

28.   Si estás triste, te quieren consolar.

29.   Nunca está cansado, aburrido o sin ganas de jugar.

30.   Daría su vida por defenderte si alguien te ataca.

31.   No se hace el importante.

32.   No se pone nervioso si nadie lo llama por teléfono.

33.   No te bajaría a tu novia.

34.   No le interesa competir contigo.

35.   No intenta ser el preferido de mamá.

36.   No es un alcahuete. Sólo un lambiscón.

37.   Si alguien no le gusta, no finge: le ladra.

38.   No le da vergüenza demostrarse cariñoso en público.

39.   Nunca se ríe de ti.

40.   Le encanta cualquier video que alquiles porque sabe que lo importante es estar juntos.

41.   Le encanta hacer lo que quieres que haga.

42.   Lo peor que te puede contagiar son pulgas. Y para la rabia ya hay vacuna.

43.   Piensan que le das la comida más rica del mundo.

44.   Hace pozos sin necesitar una pala.

45.   Se come todos los restos de la comida.

46.   Si te vas, te espera pacientemente.

47.   Nadie se alegra tanto cuando vuelves.

48.   Nunca te hace reproches ni te reclama nada.

49.   Te quiere igual aunque andes sucio y zaparrastroso.

Día del Internet

EL ALMA DE LOS PERROS

¿Tiene alma nuestro perro?
¿Es esa alma igual a la nuestra?
¿Es un ser espiritual o sólo un conjunto de vísceras y órganos que le permiten vivir? Desde la más remota antigüedad, filósofos y médicos se preguntan sobre la existencia en los animales de un alma semejante a la humana.

Para cualquier aficionado a los perros estas preguntas son superfluas. ¿Acaso nuestro perro no experimenta emociones semejantes a las nuestras? La humanidad se ha estado interrogando durante siglos sobre si los perros tienen sentimientos como la lealtad o la culpabilidad y si realmente experimentan emociones como la alegría o la tristeza. Los psicólogos llegaron a tachar de primitivo el pensamiento compenetrado de parentesco entre el hombre y el animal, el antropomorfismo en el que el alma animal se nos aparece transparente y accesible a nuestra intuición. Una de las polémicas más encendidas discute si los perros piensan o son meras máquinas biológicas que responden a los agentes externos, como pretendía Descartes.

Hoy sabemos que la participación del hombre en la naturaleza no es diferente de la de las otras especies. Por suerte, siempre existió una corriente de pensamiento en este sentido. La filosofía naturalista de Empédocles y de Lucrecio, la filosofía de Leibnitz y la ciencia misma con la teoría de la evolución de Darwin han dado apoyo racional a este sentimiento de la continuidad universal. Frente a ello, otra corriente de pensamiento tiende a separar al hombre del mundo animal, son las doctrinas morales y religiosas que prohíben toda comparación entre los animales, criaturas que son tan sólo un juego de Dios y el hombre, que aquel hizo a su imagen y semejanza.

Respeto por los seres vivos

El primer pueblo verdaderamente amante de los animales fue Egipto, que fascinado por la naturaleza cuidó y domesticó una sorprendente variedad de fauna, como perros, mangostas, gatos, escarabajos, leopardos, ranas y aves. En sus templos hay reproducciones de muchas especies animales y sabemos que para los egipcios la imagen del sujeto representado tenía las mismas cualidades que ese sujeto, por lo que no son meras representaciones artísticas, sino expresión de su respeto por el alma animal.
Muchos de sus dioses tienen apariencia animal, son las esfinges con cabeza de carnero de Karnak, la diosa Sekhmet con cabeza de león, Bastet la diosa gato… En todos los templos se encuentran reproducciones de hombres con cabeza de ibis, halcón, cocodrilo, león, carnero, vaca, pues para ellos lo humano y lo animal se encontraba estrechamente emparentado. En Egipto los animales no estaban todavía degradados a seres inferiores sin alma.
Un filósofo de carácter legendario, Pitágoras, que vivió por al año 530 antes de Cristo, sostiene que los animales tienen un alma idéntica a la humana y que sólo las diferencias corporales existentes con los humanos impide que hablen. Pitágoras defendía la metempsicosis, esa doctrina que hace a las almas transmigrar de un cuerpo a otro, de modo que hoy podemos ser humanos y mañana habitar el cuerpo de un pastor alemán. Y Empédocles desarrolló una filosofía biológica en la cual los seres son mortales pero su alma es eterna. Para él lo primero que hubo fueron los árboles y el alma de los árboles, los animales y el alma de los animales, luego el hombre y su alma. Creía en la transmigración de las almas y dice de sí mismo: “Yo he sido en otro tiempo muchacho y muchacha, un arbusto y un ave, y un pez mudo en el mar”.

Fuente

Que no te salte el perro encima

¿Qué hacer para que tu perro no te salte encima?

No es raro que tu perro salte encima de la gente cuando llegan a casa a hacerte una visita, pero claro, puede que el comportamiento resulte molesto y además, no es adecuado.

Cuando los perros son pequeños saltan encima de su madre como una forma de demostrar afecto, una conducta que extienden a sus amos o a las personas que aceptan, pero cuando crecen, la cosa cambia.
El perro que salta encima pretende mostrar su dominancia o llamar la atención. Lo mejor que puedes hacer para intentar modificar esta conducta es ignorarle cuando lo haga.
Date la vuelta, no le hagas caso o, si el perro es grande, coloca la rodilla en medio para que cuando salte, no llegue a tocarte. El problema es que esto puede acabar pareciéndole un juego, y lo que tiene que entender es que se trata de una conducta que no te gusta,

Tiene que entender que para ti saltar no es el saludo adecuado, para lo que tendrás que evitar tocarle y mirarle. Solamente puedes saludarle cuando por fin esté relajado. Es la única forma para que entienda cómo debe comportarse.
Eso sí, ten paciencia, porque no lo conseguirás de buenas a primeras…

Fuente: http://www.mascotalia.es/%C2%BFque-hacer-para-que-mi-perro-no-salte-encima-de-la-gente/

El Jadeo de los Perros

La respuesta a esto es que, a través del jadeo, los perros realizan su transpiración, ya que no lo hacen por el sudor, como los humanos.
Por medio de la transpiración, los mamíferos eliminamos el exceso de calor en el cuerpo, lo refrescamos y mantenemos la temperatura; sin este mecanismo protector, sobrevendría la muerte.
Sin embargo los animales domésticos que mas han convivido con el hombre: el perro, el gato y el caballo, tienen distintos sistemas de regulación de temperatura.  El caballo lo hace a través del sudor, como los humanos.  El gato al lamerse la piel, se provee de un manto fresco, y el perro jadea, lo cual le permite eliminar por la saliva de la lengua, la temperatura indeseable.

Hay que aclarar, que el perro también jadea cuando está nervioso, pero esto es debido que en estas circunstancias, aumenta la temperatura corporal, igual que si estuviera en movimiento.
Debido a la evaporación del jadeo, los perros pierden mucha cantidad de agua del cuerpo, razón por la cual es imprescindible que ellos dispongan de abundante agua fresca constantemente.

La temperatura normal de un perro es de alrededor de 39º C., y para los que carecen de pelo, como el Pelón Mexicano, esta es de 40ºC.
Muchos perros mueren debido a las complicaciones que les acarrea el tomar poca agua, en muchos casos por desconocimiento de sus dueños. Estemos seguros de proveer a nuestro perro de agua fresca y en todo momento, con un fácil acceso, pues de ello depende su vida.

Fuente: http://www.mascotamigas.com/jadeo_de_los_perros.htm

El Lenguaje del Perro