Educando al Can

Nuestra sociedad es cada vez más exigente con el comportamiento de nuestros perros. Para evitar que nuestro perro cause problemas a nosotros o a los demás debemos ejercer un mínimo de control sobre él. Este control debe ir más allá de llevarlo atado por la calle y encerrarlo cuando molesta. Un perro educado es mucho más agradable de tener, porque podemos controlarlo usando las órdenes básicas para explicarle lo que queremos de él cuando hace falta.

Otra razón importante es que dominándolo, exigiéndole que nos obedezca, respondemos perfectamente a su naturaleza, que espera de nosotros que actuemos así. Todos los perros tienen en común que descienden del lobo. Por extraño que parezca, es el antepasado de todos estos perros tan distintos que conocemos. Aunque el aspecto exterior ha cambiado, los instintos que llevan adentro, no. Sobre estos instintos voy a contaros algo.

Del lobo heredaron su forma de ser. Son animales sociales que viven en grupos (jaurías). Una jauría es un sistema social cerrado con una estructura jerárquica vertical. Quiere decir que hay un líder indiscutible, un número 2, 3, 4, etc... Al final de la escalera está el último, que no domina a nadie. Esta estructura es necesaria para el buen funcionamiento: sin líder no puede haber orden y sin orden no hay supervivencia. En la jerarquía canina no existe la democracia, es un sistema dictatorial. Esto no quiere decir que sólo haya prohibiciones, lo que sí hay es un total respeto a las normas impartidas por los superiores a los inferiores en rango. Algo muy importante que nos distingue de los perros es que nosotros somos seres democráticos y ellos son seres dictatoriales. Es justo eso lo que hace que muchos dueños no sean capaces de imponerse a su perro, prefieren arreglar las cosas de forma democrática. El perro, que no entiende de democracia, se burla de su dueño cuando le parece.

Para tu perro, tú y tu familia sois otros perros. Juntos formáis una jauría de perros. Para que te entienda bien y se sienta a gusto debes comportarte como un perro y tratarlo como a un perro. Él no entiende otro comportamiento que el canino. Como formáis una jauría, debe haber una jerarquía claramente establecida. Al no haber nadie que domine al perro, éste empezará a ocupar el puesto del líder, no porque quiera, sino porque su instinto le dice que debe hacerlo. Recuerda que donde no hay líder, no hay supervivencia. Entonces intentará arreglarlo todo, estará atento a todo, defenderá su territorio, no obedecerá, porque el superior no obedece a sus sumisos, y según el carácter que tenga, llegará, o no, a corregir mordiendo a los sumisos que, según él, se comporten mal.

Como hemos visto, tu perro espera de ti que te comportes como un perro y, por lo tanto, espera también que te comportes como el más dominante. No sólo lo espera de ti, también de los demás que forman parte de su jauría (familia). Se sentirá muy a gusto sabiendo que no tiene que preocuparse de nada porque sus superiores se encargan de todo. Tendrá su vida clara y sabrá perfectamente lo que sí y lo que no puede hacer.

Para dejar claro quién manda hace falta establecer algunas normas básicas que toda la familia respete. Al mismo tiempo debes enseñarle algunas órdenes básicas que te permitan demostrarle que lo dominas, exigiendo que te obedezca cuando quieras. Así podrás dejar claro que él no tiene la iniciativa, sino los demás. Las órdenes te ayudarán a controlarlo en cualquier situación, p. ej. Diciéndole que se siente cuando pares en la calle para hablar con alguien sin que el perro haga la conversación imposible.

No quiero decir que debes estar dando órdenes a tu perro continuamente, lo que quieres hacer es establecer en el perro un sentido de estar dominado, eso se llama tener al perro bajo mando. Un perro dominado tiene una forma de ser mucho más agradable que un perro que domina la situación. No todos los perros acaban mordiendo a dueños y extraños, muchos sí. Algunos tardan 3 meses y otros 3 años en dar el primer mordisco (corrección). Que no pienses que tu perro como no muerde o gruñe, no se siente el jefe de la casa.

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